TÉCNICAS DE CLIMATIZACIÓN (4ª Edición)
Según el diccionario, climatizar quiere decir mantener unas condiciones ambientales, en un espacio concreto, llamadas de confort, diferentes de las que existirían de forma natural según la época del año. Aunque las condiciones ambientales vienen determinadas por diferentes propiedades, las más importantes son la temperatura y la humedad. Se consideran dos grandes campos de la climatización. la activa y la pasiva. La climatización pasiva pretende conseguir las condiciones de confort por medios naturales sin el concurso de maquinaria. Dado que esta técnica está muy relacionado con el diseño arquitectónico del espacio a climatizar, su estudio se hace preferentemente en el ámbito de la arquitectura. No la tratamos en esta obra, pese a que reconocemos su inestimable valor. La climatización activa, que es el objeto de estudio de esta obra, necesita el concurso de maquinaria principalmente para enfriar o calentar el aire, pero también para conducirlo y distribuirlo al recinto que queremos climatizar así como para la regulación de los equipos y distintos elementos de la instalación para que esta funcione correctamente.
En términos termodinámicos diríamos que la climatización pasiva no consume energía útil y que, en cambio, la activa sí que lo hace; precisamente, una de las prioridades del proyectista será mantener este consumo dentro de unos límites razonables. Una virtud fundamental de este conjunto de técnicas, que se llama también “Aire Acondicionado”, es que debe pasar desapercibido. Cuando en un local climatizado el ambiente se percibe por un exceso de frío, o sequedad, o al contrario por exceso de calor o humedad, es un sistema mal diseñado. Muchas instalaciones de este tipo han desprestigiado el acondicionamiento del aire, que debe proporcionar unas condiciones de confort, con la temperatura, humedad, calidad y velocidad del aire, convenientemente controladas. A nuestro juicio el aire acondicionado debe rehuir los excesos, en verano el ambiente no debe ser demasiado frío y la humedad es preferible que sea moderadamente baja con velocidades del aire imperceptibles. Supongamos una instalación de aire acondicionado en verano, bien diseñada, que vierte aire frío y seco en el recinto a climatizar. El aire tratado entra en el recinto a través de rejillas o difusores y tardará un tiempo en mezclarse con el del propio recinto; si los ocupantes del mismo perciben el chorro de aire frío antes de que se mezcle o difunda con el del interior notarán la incomodidad de su menor temperatura. No es fácil acondicionar bien un determinado espacio, deben tenerse en cuenta muchos factores, entre ellos que la ocupación no alcance estos chorros de aire frío o caliente. Hay otros aspectos. ¿Hemos elegido bien el método de climatización? ¿El coste es el adecuado? ¿Se cumple la normativa? Este libro contribuye a la divulgación de una técnica tan relacionado con el confort humano, como es la climatización. Es un manual de aproximación al estudio del acondicionamiento de aire, presentada con rigor de forma sobria, concreta y sencilla.
Detalles del libro
- Año
- 2016 (4ª Edición actualizada y ampliada)
- Nº Páginas
- 232 con más de 100 ilustraciones
- Autor
- Ángel L. Miranda Barreras.
- Tamaño
- 24 x 17 cms - Peso: 0,600 Kgrs - Rústica
- ISBN
- 9788426722638
ÍNDICE GENERAL DEL LIBRO:
Prólogos. Prólogo la tercera edición. Prólogo la cuarta edición. 1. Psicrometría. 2. Condiciones de bienestar. 3. Cálculo de la carga de refrigeración. 4. El acondicionamiento de verano. 5. Distribución del aire. 6. Sistemas de aire acondicionado. 7. Equipos. 8. El filtrado de aire. 9. Mantenimiento de las instalaciones. 10. Normativa. Anexos.